El verano musical en Málaga está batiendo cualquier tipo de récords, tanto en lo referente al número de eventos como al de asistentes. Aún así hemos tenido que esperar hasta entrado al mes de agosto para que actuara el rey de los escenarios. El Marenostrum Music Castle Park de Fuengirola fue el escenario elegido en esta ocasión para ser objeto de transformación a base de sombreros negros y una música muy característica. El Selu del Castillo Sohail su propia visión 'barriera'; una objetivo que siempre consigue cumplir gracias una idiosincrasia muy particular. Ésta comienza en sus canciones y se traslada a unos músicos brillantes que conforman la banda al completo; pero también a una manera de entender los propios conciertos. A un fan del El Barrio no le importa haber estado en dos o tres recitales en el mismo. Si el Selu y los suyos vuelven, ellos compran la entrada.

Por eso, El Barrio consiguió reunir más de 6.000 personas a pesar de haber visitado esta provincia en varias ocasiones con esta última gira. Una gira, por cierto, que tiene unos minutos espectaculares. La intro –en la que el Selu aún no ha hecho acto de presencia– y que llaman 'Lamia' es lo más parecido que tiene el flamenco-rock a la música clásica. Los instrumentos hacen acto de presencia uno a uno. La batería, las percusiones, la guitarra, la otra guitarra y luego el bajo. Entonces entran los dos coristas que terminan por levantar a a su público. Entre todos consiguen llevar esa onda ascendente para acabar con un abrupto final que coincide con la aparición de su líder.

El Selu entra cantando 'Playa de la luneta', y por mucho que sepamos que la gira es la misma y que ya la hemos visto; la sensación que trasmiten es de que todo es producto de la espontaneidad y la improvisación. Observando con la suerte que tiene un cronista de poder apostarse en el foso, se aprecia algo poco habitual en una banda de esta envergadura: charlan constantemente entre ellos; entre sonrisas se van diciendo y cosas y da la sensación de que a pesar del ensayo y los 'ticks' de quién no para de girar, son capaces de matizar la voz y el sonido cada vez que pisan las tablas de cualquier escenario.

Avisa de que tras 'Buenas noches amor' va a cantar por bulerías, y suena 'Si no te quieren'. Comienza entonces un devenir de canciones que canta la audiencia al completo: 'Las costuras del alma'; 'He vuelto'; o 'Cántame amor' resuenan en Sohail para dar una paso a la segunda parte del concierto con otro tema instrumental, 'Neófita'.

La parte de final de un concierto de El Barrio es una fiesta absoluta. Se aprecian los matices de su primera gran canción, 'Ángel malherido', y los sombreros negros saltan por los aires. 'Estirpe' y 'Orgullo' avisan de que llega a su fin, que todos saben que comienza con 'Pa Madrid'. No hay ningún problema, piensan los fans. «Ya volverán dentro de poco para volver a conquistarnos a todos».